Josefin tiene un jersey azul y el pelo negro largo. Mira a la cámara.

Josefin

Hacía el camino habitual
de casa al trabajo.

Desde el centro, pasando por la gasolinera
hasta el barrio en el que vivo.

En la gasolinera, llegó un carro
que se paró cerca de mí.

– ¿Quieres que te lleve?
Me gritó el conductor.

No lo conocía,
así que no respondí.

Continué caminando.

El manejaba lentamente a mi lado.

Cuando miré al carro, vi
que se había abierto los pantalones
y se agarraba el pito con la mano.

Me asusté.

Sentí cómo se me aceleraba
el corazón.

Intenté mirar hacia adelante
y caminar lo más rápido posible.

Al final, empecé a correr.

Entonces, el carro se fue.

Cuando llegué a casa, me puse a llorar.

El personal me preguntó que por qué
estaba triste.

Se enojaron con el hombre del carro
y me ayudaron a llamar a la policía.

Luego de ese día,
unos(as) amigos(as) y yo
empezamos a acompañarnos
para ir y volver del trabajo.

Un grupo de personas caminan juntas.

Me sentía bien
yendo juntos.

Vi el carro varias veces,
pero no paró.

Creo que no se atrevió a parar
ahora que íbamos varias
personas juntas.

Mi amiga Sofie suele
gritar muy alto
si alguien hace alguna tontería.

Así que pienso hacer lo mismo
si me vuelve a parar.

¡Tienes derecho a sentirte seguro(a)
cuando estés en la calle!

¡Nadie tiene por qué mostrarte sus genitales
si tú no quieres!

Es ilegal
mostrar los genitales
a otras personas, en contra de su voluntad.

Se llama exhibicionismo
o acoso sexual. 

Si tienes miedo,
es buena idea recibir ayuda
de otras personas.

Ayúdate de tus amigos(as).
¿Quizás podéis ir juntos(as)?